Un nuevo primero de mayo nos encuentra luchando por
nuestros derechos y problematizando nuestra situación como clase trabajadora
Esta grave situación que vivimos cotidianamente nos puede
llevar a dejar de lado situaciones también graves como la calidad de la
alimentación a la que accedemos, la contaminación ambiental a la que nos
exponen en nuestros trabajos y viviendas, los femicidios y la demás violencia
de género patriarcal, y la precarización laboral, lo cual sería un gran error.
Si bien el gobierno de Milei, en alianza con el macrismo y
sectores del peronismo y el radicalismo, profundiza la precariedad de la vida a
ritmo acelerado en beneficio de la casta empresarial local y transnacional,
nuestros problemas como clase trabajadora no son nuevos. Gobierne quien
gobierne en el país, el debate de fondo entre éstos, a lo que le llaman la
grieta, es cómo implementar el modo de producción capitalista, como lo plantea
Cristina Fernández cada vez que puede. Con mayor o menor explotación de la
clase trabajadora y la naturaleza, con matices en cuanto a algunos derechos
humanos, pero en el marco de los principios de la propiedad privada de los
medios de producción que marca el capitalismo. En esta farsa electoral llamada democracia burguesa
sólo gobernarán partidos pro-capitalistas.
Ni es un gobierno
nuevo ni llegaron con el 54% del voto popular.
Estos "nuevos personajes", que rondan por la casa
rosada, son los mismos de siempre desde la caída de la última dictadura
cívico-eclesiástica-militar. Con sólo buscar el prontuario de Bullrich, Caputo,
Scioli y Sturzenegger queda clara la afirmación.
Además, nos mienten diciendo que Milei ganó el balotaje con
más de la mitad de la población empadronada, cuando en realidad llegó sólo con
el 40%, ya que no contabilizan al más del 20% que no votaron ni por él ni por
Massa. Hoy también nos quieren confundir con las encuestas de apoyo, pero la
calle no miente.
¡Nada que esperar,
paremos ya el plan de Milei!
Por esto mismo, le planteamos a toda la clase trabajadora y
a sus organizaciones, de la cual somos parte, que no hay que esperar ni un
minuto más para salir a luchar contra el plan político-económico del gobierno.
No hay que darles tiempo porque ya gobernaron y ya se sabe hacia adonde
apuntan.
Vienen a completar el plan de saqueo de la dictadura y los
sucesivos gobiernos, con sus lógicas diferencias, atentando contra nuestros
derechos laborales, sociales y ambientales.
¡Nada que esperar!
¡La salida es por abajo y a la izquierda!
También debemos reflexionar sobre el qué hacer desde nuestra
clase social. Y sin medias tintas afirmamos que la salida es organizándonos
desde abajo y por la izquierda para disputarles el poder. Los planteos
unitarios contra Milei son fundamentales. Toda la clase trabajadora debe
luchar, sí, pero no debemos caer en la trampa del 2001, cuando luego de luchar,
muchos se pasaron del otro lado de la valla para reprimirnos y hambrearnos.
Unidad en la lucha, sí, pero no un rejunte acrítico de nuestra historia que les
sirva de escalón para que vuelvan al poder, a administrar el Estado capitalista
contra nuestros intereses de clase.
El camino de la transformación social siempre ha sido
difícil. No hay atajos. La conciliación de clases que propone el peronismo no
es un camino válido para nuestra clase. Los gobiernos de Macri en 2015 y Milei
en la actualidad no surgieron de la nada, sino de sus propios gobiernos, los
cuales, entre otras cosas, pagaron las deudas externas fraudulentas de la
dictadura y el macrismo con el hambre del pueblo y la destrucción ambiental.
Y esta senda de transformación de la realidad no puede
construirse en base a la delegación del poder, sino en la construcción del
poder de la clase trabajadora desde abajo para avanzar en la lucha
anticapitalista y por el socialismo, desde la democracia directa, en nuestras
propias manos, recuperando los sindicatos en manos de nuestra clase,
arrancándoselos de las manos a la burocracia sindical que tranza con todos los
gobiernos, generando espacios de participación política en nuestros barrios,
trabajos y lugares de estudio, en las asambleas populares.
¡Sigamos luchando
contra la Ley Bases y el DNU!
¡Abajo el Pacto del
25 de mayo de entrega y explotación!
¡Que se vayan todos,
empezando por Milei y Villarruel!