Agustín Tosco
Hoy es una fecha central para nuestra clase trabajadora. Es un nuevo aniversario de la histórica huelga de Chicago de 1886, en Estados Unidos, en la que fueron reprimidos, encarcelados y asesinados los trabajadores en lucha por la jornada de 8 horas. Rendimos homenaje a los mártires de Chicago y a nuestras luchas por los derechos de la clase trabajadora de este planeta.
Este primero de mayo nos encuentra en un contexto de una nueva crisis sostenida del capitalismo a nivel global, que se manifiesta entre otros conflictos por la guerra entre OTAN - Rusia, en un marco de complejo panorama mundial donde distintos intereses del sistema disputan por hegemonía. Y como siempre ocurre, el capital en crisis se expresa con más explotación de la clase trabajadora y más saqueo de la naturaleza. En el sur del Abya Yala (hoy conocido como América), los imperialismos se disputan nuestros territorios en búsqueda de garantizar la reproducción del capital. Mientras tanto, la burguesía transnacional, sea cual sea el resultado de estas disputas, siempre encuentra la manera de terminar siendo beneficiada, a costa de nuestros cuerpos y nuestros territorios.
Por supuesto que Argentina no queda exenta de esta situación. Las políticas entreguistas de los distintos gobiernos que se han sucedido desde la dictadura cívico- eclesiástico- militar hasta la actualidad, como la pesada carga de la deuda externa con el Fondo Monetario Internacional y las políticas extractivas que regalan nuestros bienes comunes a cambio de dólares para pagar esa deuda, las sufrimos con el ajuste a la clase trabajadora, la contaminación y destrucción de nuestros territorios, la enfermedad y la muerte. Día a día perdemos el poder adquisitivo por la alta y sostenida inflación, aunque estemos en un contexto de crecimiento del empleo en los últimos tiempos. Más empleo, pero más precarización laboral y más pobreza, mientras las burocracias sindicales brillan por su ausencia, ¿hace cuánto que la CGT y las CTA no llaman a paro o a otras medidas de lucha por aumentos de salarios y/o por nuestras condiciones laborales?
Este primero de mayo, una vez más, nos llama a la reflexión sobre nuestras prácticas. Quienes luchamos por un mundo mejor, sin explotación del ser humano ni sometimiento o destrucción de la naturaleza, tenemos el convencimiento de que la principal tarea es organizarnos, construyendo la unidad de los diversos colectivos en lucha real contra el capital, combatiendo, por un lado, la fragmentación y dispersión de nuestras formas organizativas y, por el otro, a las burocracias sindicales que sostienen el statu quo del capital, promoviendo la fragmentación y el inmovilismo de nuestra clase.
Entendemos necesario dar las disputas por una sociedad distinta también desde el plano sindical, partiendo desde el ejercicio de la democracia directa, sin vanguardismos impuestos a la fuerza, construyendo el poder popular de la mano del sindicalismo de base, con una mirada integral que fusione las luchas sindicales con las luchas feministas, ambientalistas, por los derechos humanos… otras luchas… Todas las luchas. Un sindicalismo de base que nos permita recuperar los sindicatos de las manos de las burocracias sindicales y construir y crear formas organizativas alternativas que subviertan el mundo.