A diez años de la represión y pueblada en Tinogasta: La resistencia será transmitida

Hoy, 10 de febrero, se cumplen 10 años de la caravana represiva acometida contra el pueblo en lucha contra la megaminería en el noroeste. Cristina Fernández, por entonces presidenta de Argentina, quien encabezó la cruzada, utilizando a sus gobernadores/as

Amaicha del Valle, Santa María, Belén y, finalmente, Tinogasta, fueron los puntos de implementación del plan represivo. Puntualmente en Tinogasta, el pueblo resistió y enfrentó al aparato represivo estatal esa histórica mañana del viernes 10 de febrero. La represión fue transmitida en vivo por TV.

Días antes, el pueblo de Famatina, La Rioja, había logrado echar a la megaminera Osisko con una lucha heroica. Y pocos años antes, el mismo pueblo de Tinogasta había dado un golpe a la legitimidad que buscaba crear la megamineria, evitando el ingreso de una megaminera de uranio, que se quería instalar a sólo 7 kilómetros de la plaza del pueblo.

Hoy, a 10 años de aquella gesta popular, la lucha contra la megaminería está tan viva como siempre, tal y como lo demuestran las resistencias en Mendoza, Chubut, Vinchina (La Rioja), Andalgalá (Catamarca) y otros territorios del pais.

A 10 años, seguimos gritando: ¡NO es NO!

¡Fuera la megaminería!

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Pagarle al Fondo para seguir en el fondo

Por más que desde el oficialismo, la oposición macrista, el poder económico, la burocracia sindical y los medios obsecuentes del sistema capitalista nos hablen de la importancia del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que el mismo traerá crecimiento, que habrá más financiamiento e inversiones, etc., la realidad es que este acuerdo viene a legitimar una política fraudulenta de endeudamiento, estafa y saqueo aplicada por la anterior administración Macri. La misma se llevó adelante bajo el tutelaje del propio FMI que, como bien sabemos, otorgó un crédito multimillonario con el fin de financiar la fuga de capitales al poder económico global y disciplinar la política exterior del gobierno argentino. Con este acuerdo, la administración de Alberto Fernández lo que hace es continuar con la política de Estado de socializar a toda la población el pago de estas estafas que han llevado a cabo las anteriores administraciones (desde Alfonsín a Macri) legitimando deudas fraudulentas (con los Black Rock y otros fondos Buitres, Club de París, etc) engordadas fuertemente con la estatización de deuda privada durante la dictadura genocida de Videla y Martínez De Hoz y recicladas a lo largo del ciclo democrático burgués, re-inaugurado en 1983, sin auditar ni investigar ni una coma de estas deudas. A la vez, este acuerdo refuerza la dependencia de nuestro país con el capital transnacional ya que no sólo traerá un mayor ajuste fiscal que se verá reflejado en la reducción de partidas presupuestarias en salud, educación, empleo, asistencia social, en materia previsional y salarial, etc. No sólo traerá un recorte de subsidios en los servicios públicos que se verá reflejado en el aumento tarifario sino que además el acuerdo con el FMI (así como también el mega canje acordado con los bonistas privados en 2020) viene a inaugurar un nuevo ciclo de endeudamiento de la mano del gran capital transnacional con el fin de consolidar proyectos extractivistas como minería a cielo abierto, fracking, agronegocios, etc. De esta manera,  se reforzará la lógica de la primarización de la economía, la extranjerización y el saqueo de la naturaleza y la depredación y contaminación ambiental así como el deterioro de nuestra salud y calidad de vida.

¡Abajo el pacto con el FMI!

¡No al pago de la deuda externa fraudulenta a costa de la miseria, el saqueo y la contaminación!

¡Abajo el extractivismo ecocida y genocida! 

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